De la XXVII semana del
Tiempo ordinario
Gálatas:
3, 1-5
¿Han recibido el Espíritu
Santo por haber hecho lo que manda la ley de Moisés o por haber creído en el
Evangelio?
¡Insensatos gálatas! ¿Quién
los ha ofuscado para que no le hagan caso a la verdad, siendo así que les hemos
presentado vivamente a Jesucristo clavado en la cruz?
Sólo quiero preguntarles una
cosa: ¿Han recibido el Espíritu Santo por haber hecho lo que manda la ley de
Moisés o por haber creído en el Evangelio? ¿Tan insensatos son ustedes, que,
habiendo comenzado movidos por el Espíritu, quieren terminar haciendo obras
meramente humanas? ¿Han recibido en vano tantos favores? Espero que no. Vamos a
ver: cuando Dios les comunica el Espíritu Santo y obra prodigios en ustedes,
¿lo hace porque ustedes han cumplido lo que manda la ley de Moisés, o porque
han creído en el Evangelio?
Lucas
I
¡Bendito sea el Señor, Dios
de Israel!
El Señor ha hecho surgir en
favor nuestro un poderoso salvador en la casa de David, su siervo. Así lo había
anunciado desde antiguo, por boca de sus santos profetas. R/.
Anunció que nos salvaría de
nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos aborrecen, para mostrar
su misericordia a nuestros padres, y acordarse de su santa alianza. R/.
El Señor juró a nuestro
padre Abraham concedernos que, libres ya de nuestros enemigos, lo sirvamos sin
temor, en santidad y justicia, delante de él, todos los días de nuestra vida.
R/.
San
Lucas: 11, 5-13
Pidan y se les dará.
En aquel tiempo, Jesús dijo
a sus discípulos: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene
a medianoche a decirle: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha
venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde
dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya
está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo
les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo,
por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite. Así
también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen
y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que
toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida
pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si
ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el
Padre celestial les dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?".
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