MARTES IV
ADVIENTO
ISAÍAS:
7, 10-14
He aquí que la virgen concebirá.
En
aquellos tiempos, el Señor le habló a Ajaz diciendo: "Pide al Señor, tu
Dios, una señal de abajo, en lo profundo, o de arriba, en lo alto".
Contestó Ajar "No la pediré. No tentaré al Señor".
Entonces
dijo Isaías: "Oye, pues, casa de David: ¿No satisfechos con cansar a los
hombres, quieren cansar también a mi Dios? Pues bien, el Señor mismo les dará
por eso una señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le
pondrán el nombre de Emmanuel, que quiere decir Dios-con-nosotros".
SALMO 23
¡Ya llega el Señor, el rey de la gloria!
Del Señor
es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues Él
lo edificó sobre los mares, Él fue quien lo asentó sobre los ríos. R/.
¿Quién
subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de
corazón limpio y manos puras y que no jura en falso. R/.
Ese
obtendrá la bendición de Dios y Dios, su salvador, le hará justicia. Ésta es la
clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob. R/.
SAN
LUCAS: 1, 26-38
Concebirás y darás a luz un hijo.
En aquel
tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada
Nazaret, a una virgen desposada con un varón de la estirpe de David, llamado
José. La virgen se llamaba María.
Entró el
ángel a donde ella estaba y le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor
está contigo". Al oír estas palabras, ella se preocupó mucho y se
preguntaba qué querría decir semejante saludo.
El ángel
le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a
concebir y a dar a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y
será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su
padre, y Él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no
tendrá fin".
María le dijo entonces al ángel: "¿Cómo podrá
ser esto, puesto que yo permanezco virgen?". El ángel le contestó:
"El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá
con su sombra. Por eso, el Santo, que va a nacer de ti, será llamado Hijo de
Dios. Ahí tienes a tu parienta Isabel, que a pesar de su vejez, ha concebido un
hijo y ya va en el sexto mes la que llamaban estéril, porque no hay nada
imposible para Dios". María contestó: "Yo soy la esclava del Señor;
cúmplase en mí lo que me has dicho". Y el ángel se retiró de su presencia.
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